El pasado 10 de agosto Xiaomi lanzó oficialmente la cuarta generación de los Xiaomi Mix. El Mix 4 llegó con características realmente interesantes como una revolucionaria carga rápida que es capaz de alcanzar los 120 W de potencia pero, sin lugar a dudas, una de sus grandes novedades fue la implementación por primera vez en un teléfono de la compañía de la cámara debajo del panel frontal.
Xiaomi ha denominado a esta tecnología como CUP (Camera Under Panel), y esta nos permite tener el sensor de 20 megapíxeles de la parte frontal del dispositivo escondido bajo la pantalla del móvil, sin que esto afecte al resultado final de nuestras fotografías y vídeos capturados. En este post te contamos cómo se ha llevado a cabo su implementación y en qué se diferencia con el resto de sistemas de este tipo.
Píxeles de microdiamantes, la clave de todo el sistema
Es cierto que este no es el primer teléfono del mercado en implementar un mecanismo de este tipo, pero Xiaomi promete que si es el que mejor resultado puede dar hasta el momento. Para ello, la firma China ha decidido utilizar una tecnología denominada "píxeles de microdiamantes".
En concreto, según publicó la propia compañía, esta tecnología permite al panel del Mix 4 reducir el tamaño de los píxeles mientras que, de manera simultánea, este aumenta su brillo. A ello, se le añade una nueva disposición del cableado interno del dispositivo que está basado en la utilización de óxido de indio y estaño que permite conseguir una mayor transparencia del panel en la zona específica donde se sitúa la cámara.
Además, Xiaomi explica que esta tecnología es capaz de mantener una densidad de 400 píxeles por pulgada en la zona de la cámara frontal bajo la pantalla, algo que permite que no tengamos problemas de visualización en todo el panel o incluso que no se note visualmente en exceso que tenemos una zona específica para ello.
Pero no todas las mejoras llegan a nivel de hardware, ya que Xiaomi ha implementado mejoras en el software para perfeccionar su sistema. En concreto, el Mix 4, además de poder ofrecer la misma densidad de píxeles por pulgada tanto en esa parte como en el resto del panel, se encarga de igualar el detalle del brillo y los colores mediante software para que la visualización se lleve a cabo de manera homogénea.
En definitiva, más allá de todas las implementaciones llevadas a cabo por Xiaomi, la firma China ha conseguido lanzar al mercado un teléfono con tecnología de cámara bajo la pantalla que, al menos a priori, puede convertirse en la más avanzada del momento. Para ello, la compañía ha dedicado cinco años de trabajo específico además de una inversión de unos 77 millones de dólares y el registro de unas 60 patentes diferentes.