El Xiaomi Mi 11 Ultra posee una puntuación de 143 en DxOMark, la más alta en la historia de la página y superando la barrera psicológica impuesta por los últimos Huawei Mate, galardonados en el aspecto fotográfico gracias a sus sensores Leica.
Y sí, mola presumir en un ranking pero una cifra que en sí misma no dice mucho. Entonces ¿qué lleva a una cámara móvil a alcanzar esa nota? Comprobémoslo.
La cámara la decide el SoC
Centrémonos en la electrónica. Porque hay que aclarar que toda cámara móvil está supeditada al procesador del mismo. No podemos montar un sensor de 108MP alimentado con IA si el SoC no es capaz de procesar la información que genera en cada captura. Directamente ni se contempla durante el stack de componentes.
En este apartado, el Xiaomi Mi 11 Ultra va sobrado con un Snapdragon 888 compatible con un sensor principal de hasta 200 megapíxeles sin zero shutter lag y un secundario de hasta 84 megapíxeles —o una combinación de dos sensores adicionales de 64 y 25 megapíxeles—.
Destaca además el Hexagon 780, motor IA responsable de todas esas fotos maravillosas con el modo nocturno activado y el Spectra 580, un triple ISP (procesador de imagen) capaz de procesar hasta 2,7 gigapíxeles por segundo. Juntos conforman un tándem tope-de-gama. A costa de un precio ídem, claro.
¿Por qué deberíamos tener en cuenta a DxOMark?
DxOMark siempre ha sido considerada una fuente fiable —a diferencia de otros sistemas de valoración como AnTuTu—. También son reconocedores de sus eventuales descalabros. Creada por un grupo de profesionales de la fotografía residentes en Boulogne-Billancourt, la empresa DxO ha desarrollado durante una década software y hardware para distintas empresas.
Sin embargo, su puntaje no se basa en promedios. La nota responde a una metodología compleja con más de 50 métricas diferentes, desde la textura, ruido, zoom, calidad del bokeh, profundidad del color o rango dinámico a otros baremos más abstrusos como el P-MPix.
Una serie de evaluaciones científicas a lo largo de sus «16 laboratorios multimedia de ultima generación» que también atiende a valores relativos: qué ofrece dicha cámara y qué mejoras incorpora respecto a las alternativas del mercado.
La cámara del Mi 11 Ultra
Como podemos apreciar en el análisis de Xataka, en el cómputo global nuestra compañera Anna Martí ni siquiera le concede una nota de excelencia al Mi 11 Ultra. Pero hay algo que lleva a cabo como ninguno: alucinantes fotos nocturnas.
Podríamos decir que todo se debe a ese sensor ISOCELL GN2 de 50 megapíxeles, el mejor fabricado por Samsung hasta la fecha, con estabilización óptica de imagen, filtro de color Dual TetraPixel RBG Bayer Pattern y enfoque automático Dual Pixel Pro. Existe un principio básico: cuanto más grande es el píxel, más luz captura. Y los foto captadores de 1,4 um de ancho del GN2 son gigantescos.
Dicho ISOCELL es compatible con pixel binning 1/4 —una técnica de agrupación para ocupar menos ancho de banda—, lo que se traduce en un ancho de píxeles efectivo de 2,8 um. ¿Y para qué tanta resolución? Para mejorar la sensibilidad y reducir el ruido, lo que redunda en mayor rango dinámico y, por ende, en una nitidez o claridad más evidente.
Es aquí donde entra en juego la función Smart ISO Pro. Si la ISO mide la conversión de la luz a tensión, la ISO inteligente del Mi 11 Ultra es capaz de alcanzar una sensibilidad única en un móvil, leyendo hasta 687.000 millones de colores en una combinación de dos fotos con una profundidad de color de 10 bits cada una. Y a mayor sensibilidad, mayor control.
Pero aún hay más. Como cualquier usuario puede presuponer, muchas cámaras arrojan resultados muy diferentes tras varias actualizaciones. Gran parte de esa nota, esos 143 puntos, se deben al una feature de software: En condiciones de baja luz, el algoritmo de procesamiento Night Owl se activa de manera predefinida.
Ese modo nocturno y esa especie de hechicería capaz de iluminar las fotos sin añadir ruido, reproduciendo el color de manera fidedigna respecto a la realidad, han conquistado al equipo de DxOMark.
Por decirlo de otra manera: esos 143 puntos atienden a varias décadas de innovaciones tecnológicas, a la suma del mejor hardware actual y varias implementaciones de software a la altura que lo aprovechan al máximo. Al menos de momento.