A lo largo de los últimos años, los usuarios que adquieren dispositivos móviles centran su atención en sus características y especificaciones a la hora de llevar a cabo su elección pero, recientemente, el interés por la vida útil del equipo a nivel de actualizaciones del sistema sigue ganando fuerza, y eso las compañías lo saben.
Si tenemos en cuenta el ritmo de actualización adoptado por MIUI, el tiempo que tarda en llegar una nueva versión está determinado por el tipo de procesador que integra el smartphone, siendo los teléfonos con procesador Qualcomm los primeros en recibir estas actualizaciones por delante de los que equipan procesador de Mediatek.
La razón es clara: Qualcomm lanza sus actualizaciones en bloque y no en lotes
Este es un tema al que Xiaomi ha tenido que dar respuesta a causa de las quejas de los usuarios de sus teléfonos, y ha sido el propio Li Ming, responsable de la resolución interna de las quejas a la compañía, el que ha explicado la razón principal de por qué es que esto ocurre.
Li Ming ha aclarado que Google (normalmente) les da por adelantado a las compañías Qualcomm y MediaTek el código necesario para llevar a cabo las actualizaciones a nuevas versiones de Android con el objetivo de poder proporcionarles una ventaja en la preparación de las mismas.
El principal problema surge de la propia estructura de ambas compañías ya que, al parecer, Qualcomm tiene un equipo más grande de personas que le permite trabajar en paralelo y entregar todos los paquetes necesarios para actualizar de una misma vez algo que, por desgracia, no ocurre con Mediatek.
En el caso de Mediatek, esta compañía entrega éstos paquetes en forma de lotes, lo que deriva una mayor lentitud a la hora de actualizar diferentes dispositivos y, sobre todo, hace que algunos chips se coloquen en segunda o tercera posición en estos lotes provocando una demora excesiva para recibir nuevas versiones.
Eso si, tal y como comenta Li Ming, este despliegue en forma de lotes es "también una opción inevitable", ya que ahorra muchos dolores de cabeza a la propia Mediatek. Y nada más lejos de la realidad, este formato de despliegue ahorra muchos problemas a la hora de actualizar ya que es mucho más sencillo detectar algún problema en el código y poder aislar ese lote para solucionarlo sin que ello afecte a un número elevado de dispositivos.
Por lo tanto, vemos como Qualcomm y Mediatek utilizan diferentes formas de trabajar y desplegar sus actualizaciones, pero al menos hay razones de peso para que ello ocurra. Por ello, vemos como empresas como Xiaomi priorizan montar procesadores de Qualcomm en sus dispositivos flagship ya que, de esa forma, pueden asegurarse que serán los primeros en poder recibir nuevas versiones de Android y, por consiguiente, de MIUI.
Vía | Gizmochina