Desde que he descubierto lo ridículamente fácil que es hacer un huevo frito en el microondas, no puedo parar de comerlos

Son más sanos porque llevan mucho menos aceite, y se tarda la mitad en hacerlos que lo que tardarías en una sartén

Huevo Microondas
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Vamos a decir lo que es obvio pero parece que nadie quiere reconocer en voz alta. Hay pocas cosas en este mundo más ricas que un huevo frito, pero hacerlos no es tan cómodo como debería ser. Así que encontrar una manera, un poquitín tramposa, de hacerlos más sencillos siempre es motivo de alegría. Y yo he descubierto, a mis 44 años (casi 45), que se pueden hacer huevos fritos en el microondas y no puedo ser más feliz.

Además, desde que estoy haciendo deporte de forma más asidua trato de ingerir más huevos, por eso de la proteína y el cultivo de masa muscular, así que descubrir que se pueden hacer incluso más sanos que en una sartén tradicional, me ha cambiado la vida. Y sólo hace falta un huevo, un poco de aceite, un poco de sal y un microondas. El de Xiaomi o cualquier otro. Ah, y un bol. Es tan fácil que me da vergüenza haberlo descubierto tan tarde.

A mis 44 años descubro que puedo hacer huevos fritos en el microondas

Se suele asociar un huevo frito con una gran cantidad de aceite, lo que automáticamente resuena en que no es un alimento demasiado sano. Pero se puede hacer con mucho menos aceite del habitual, y sin convertirlo en un huevo a la plancha que es lo que suele ocurrir. ¿Cómo se hace? Usando un microondas. Tal cual, no hace falta más. Ahora hago huevos fritos más rápido, gastando menos aceite, manchando mucho menos la cocina y sintiendo que mi alegría vital crece sin parar. Esto último puede ser algo exagerado.

Como ya he dicho antes, para hacer un huevo frito en el microondas sólo necesitas un bol o un plato hondo, un huevo, un poco de aceite (yo uso aceite de oliva virgen extra pero que cada uno use el que prefiera) y sal. Teniendo todo eso a mano, tardas unos tres minutos en tener el huevo hecho en tu plato de comida, calentito y esperando a que le hinques el diente. Os juro que es facilísimo.

Lo primero que hacemos es echar un par de cucharadas de aceite en el fondo de nuestro bol o de nuestro plato hondo. En mi caso, son dos cucharadas soperas pero podéis medir la cantidad como queráis. Ahora se rompe la cáscara del huevo y se separa la clara de la yema. Esto es por una cuestión bastante estética, para que el huevo tenga la apariencia que tendría hecho en una sartén, pero si tras varias pruebas veis que preferís no separar la clara y la yema, no lo hagáis.

Una vez separadas, se vierte la clara sobre el aceite y se mete en el microondas. Unos 500W de potencia, un minuto aproximadamente. Ahora abrimos el microondas, sacamos el plato, vertemos la yema y de vuelta al microondas. Ahora son unos 30 segundos a la misma potencia, 500W. Y se acabó el problema. Huevo hecho. Ahora sólo queda retirar el sobrante del aceite, echar sal al gusto y listo. Es maravilloso. Sólo en calentar el aceite de la sartén ya tardaba yo los 3 minutos que tardo ahora en tener el huevo hecho. Ojalá lo hubiera descubierto antes.

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