Cargar un teléfono puede parecer algo realmente sencillo que consiste en conectar un extremo del cable de carga al cargador y el otro extremo al móvil. Hasta ahí todo correcto, lo hacemos todos igual (salvo los de la carga inalámbrica). Pero cargarlo correctamente para estirar la vida útil de su batería es otra historia. Ahí entran diferentes maneras de cargarlo y aquí os voy a mostrar las que yo suelo seguir. Siempre que puedo. O siempre que me acuerdo.
No os voy a hablar de si hay que cargar el teléfono durante toda la noche o no, pues es algo que debería estar ya superado. Como ya os conté aquí en Mundo Xiaomi, llevo años cargando el móvil por las noches con un total de cero problemas. No, lo que os voy a contar son otros consejos. Como el de poner el modo avión o cargar el móvil apagado, como el de asegurarnos de que el cargador es el correcto. Pero vamos al grano. Mis normas a la hora de cargar un móvil. Las que respeto siempre que puedo.
Regla nº1: pongo el modo avión o apago el teléfono móvil
Habitualmente manejo teléfonos Xiaomi con algún tipo de carga rápida, lo que siempre ayuda a reducir el tiempo junto al enchufe, pero si ando especialmente apurado uso este truco. Lo que hago es o bien apagar el teléfono, o bien conectar el modo avión. Eso sí, sólo durante el tiempo de la carga, naturalmente. Eso provoca que el teléfono cargue bastante más rápido.
Cuando activamos el modo avión, hacemos que el móvil deje de gastar energía extra en mantenerse conectado a las distintas redes. Se corta la conexión móvil, el WiFi e incluso el Bluetooth. Conexiones fuera. Así el consumo del móvil se reduce al mínimo y la batería se carga más rápido, porque apenas gasta mientras recarga. Y si quieres reducir el consumo a cero, apagas el móvil y listo. A mí me funciona cuando tengo prisa, incluso si no cargo el móvil al 100% antes de salir por la puerta.
Regla nº2: Cargadores y cables originales, o al menos que estén en buen estado
Puede parecer una tontería y un consejo absurdo, pero que el cargador que usas para alimentar el móvil esté en buen estado es muy importante. Y que el cable también lo esté, aún más. Los accesorios defectuosos provocan que se pierda energía, que se calienten e incluso pueden hacer que la corriente no sea estable y el móvil reciba menos carga de la que le corresponde.
Otro asunto tiene que ver con que cada fabricante sabe qué necesita su teléfono móvil, y nos suele entregar cargadores cuyo amperaje, potencia y demás son perfectamente compatibles con nuestro dispositivo. Así que si quieres asegurar el tiro a la hora de cargar tu Xiaomi, usa el cargador y el cable que venían en la caja. Yo lo hago y reduzco los riesgos de alterar la carga o la batería.
Regla nº3: olvida las regletas y conecta el cargador directo al enchufe
Otro consejo que puede parecer tonto pero que no lo es, pues lo que se hace es reducir al mínimo los componentes que intervienen en la carga, lo que también reduce la posibilidad de fallos. A esto podemos sumarle que colocar intermediarios hace que se pierda energía y, por tanto, tu móvil cargue más lento de lo que debería. Y quizá de una forma menos estable.
Las regletas cumplen su función la mayoría de las veces pero dependiendo de qué regleta usemos podemos tener efectos adversos. Efectos como la pérdida de energía, la inestabilidad de la corriente, calentamientos, etc. Yo no conecto mis cargadores a regletas. Ni conecto el del salón ni conecto el de la mesilla de noche. Los dos van directos al enchufe y así tengo menos problemas en el largo plazo.
Regla nº4: la carga inalámbrica está muy bien, pero el cable es mejor
Entramos en los consejos que sigo siempre que puedo, pero que me salto habitualmente. Hecha la ley, hecha la trampa, dicen. Y como las leyes me las hago yo, me las salto. Pero soy consciente de que saltármelas no es del todo bueno. Así que sé que es mejor cargar mi Xiaomi con cable a pesar de ser compatible con cargadores inalámbricos, pero a veces lo cargo sin cables. Culpa mía.
La carga inalámbrica es muy útil para muchas cosas pero hay dos cosas completamente ciertas durante su uso. La primera es que consume más energía de la que debe, porque el campo electromagnético no es 100% eficiente. Así que tu móvil recibe 30W (por ejemplo) pero tu cargador está gastando más. La segunda es que la carga inalámbrica genera más calor de la cuenta, y tu móvil no quiere más calor de la cuenta.
Así que cuando cargo el móvil sin cables por la noche sé a lo que me arriesgo. Aunque también sé que no debería hacerlo.
Regla nº5: no me gusta esperar a que el móvil se apague
Aquí depende ya del uso de cada usuario pero yo te puedo decir qué es lo que hago yo. Y lo que yo hago es no esperar a que el móvil agote la batería para cargarlo, aunque tenga que conectarlo al cargador más de una vez al día. Hay días más duros que otros en cuanto al uso, es un hecho, pero se trata de un buen consejo para mantener la batería en buen estado. No dejes que la batería baje del 20% para cargarlo, mantendrás su eficiencia durante mucho más tiempo.
Todos estos consejos tienen que ver con la forma de cargar un móvil pero también afectan a la vida útil de la batería. Cargas más eficientes hacen que la pila interna de nuestro móvil se desgaste menos y, por tanto, nos dure más tiempo. Pero como ya te he dicho, a veces me los salto. Tampoco pasa nada por hacerlo siempre que seas consciente de que hay otras maneras de cargar mejor tu móvil. Y que las sigas a menudo. Tu batería te lo agradecerá.
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