Estoy a pocos días de que al fin me quiten la ortodoncia. La he tenido durante algo más de tres años y medio y, francamente, estoy un poco harto ya de todo. Sí, tendré los dientes perfectos o casi perfectos, eso nadie lo duda, pero también han sido tres años y medio de dolores, de aftas en la boca y, por qué no decirlo, de destrozar cepillos de dientes como si me dedicara a meterlos uno tras otro en una trituradora. Quien ha tenido ortodoncia sabe bien esto, que los cepillos de dientes duran lo justo.
Así que, a días de librarme de todo este sufrimiento que elegí por gusto (no me escondo), ha tocado plantearse si volver a comprar un cepillo de dientes de los de toda la vida o saltar algo más sofisticado y que nunca he probado. Algo como un cepillo de dientes eléctrico. Y mi dentista me ha convencido de hacerlo. Entre otras muchas ventajas, me voy a ahorrar una pasta en futuras limpiezas bucales.
Mejor me compro un cepillo eléctrico, y Xiaomi tiene uno
No paso por alto que toca, porque por fin voy a poder hacerlo, empezar a usar el hilo dental. Incorporarlo a mi rutina de higiene bucodental tras cada comida. Antes no podía, cosas de tener la boca hecha un desastre, pero ahora sí y es muy necesario. Pero el hecho es que voy a comprar un cepillo de dientes eléctrico. Mi dentista me ha vendido de maravilla las bondades de uno frente a los cepillos manuales tradicionales. Y ya que le he confiado mi dentadura durante cerca de cuatro años, también confiaré en él con respecto a este tema.
Durante nuestra charla, ha empezado contándome lo obvio. Como que el cepillado es más rápido que con un cepillo manual. Con la rotación automática del cabezal del cepillo, se ahorra mucho tiempo. Hasta ahí llegaba yo solo antes de que me lo explicase mi dentista. Lo que no tenía tan presente es que con un cepillo eléctrico puedes hacer menos presión, y eso es otra ventaja considerable. No hace falta apretar tanto para cargarte la placa.
Y es precisamente la placa la que se ha convertido en el factor determinante para tomar mi decisión. Mi dentista me ha contado que los cepillos eléctricos no sólo eliminan la placa bacteriana más rápidamente, sino que además eliminan más cantidad que los cepillos normales. Teniendo en cuenta que suelo hacerme dos limpiezas de placa cada año, probablemente con el cepillo eléctrico pueda ahorrarme una de ellas y ahorrarme una buena pasta por el camino.
Xiaomi Electric Toothbrush T700
Así que creo que lo tengo bastante claro en estos momentos. Hoy mismo voy a encargar el cepillo eléctrico de Xiaomi, aunque cada uno puede optar por la marca que considere más oportuna, y a prepararme para la semana que viene. Entonces dejaré atrás la ortodoncia para siempre (cruzo los dedos) y comenzaré a cepillarme los dientes de forma más rápida, menos cansada y más eficiente que nunca.
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