Hacer la colada es una de esas tareas aburridas y algo ingratas. Como dice la frase del popular diarista británico Samuel Pepys «cuando toca colada cenamos carne fría», en alusión a que lavar las prendas te roba el tiempo de otras tareas. Pero claro, es algo inevitable. Y siempre podemos aprender algún truco nuevo para conseguir que las prendas salgan planchadas o casi sin arrugas.
Muchos de los escollos habituales se han superado gracias a la tecnología. Xiaomi vende decenas de lavadoras y secadoras en China, y muchos de sus modelos poseen programas específicos para evitar las arrugas, mediante hidratación por vapor o mediante centrifugados más lentos y más duraderos, que no maltraten tanto la ropa.
Y la mejor noticia es que Xiaomi España ya confirmó que sus electrodomésticos están al caer y que este año podría significar el punto de inflexión. Aún no tenemos una confirmación específica. Tanto da, lleguen cuando lleguen supondrán un subversivo cambio gracias a sus bajos precios y altas prestaciones. Entretanto te recomendamos probar este sencillo truco que funciona de maravilla y es muy sencillo de aplicar.
Cómo sacar la ropa de la lavadora prácticamente planchada
En una colada es igual de importante el cómo y el cuánto. Así que antes de ir directos al truco vamos con tres consejos que te ayudarán a entender por qué se forman arrugas en la ropa y a conseguir los mejores resultados en todas tus coladas:
- Es muy importante separar la ropa por tejidos. Desde nuestra infancia nos enseñan que la distinción clave la determinan los colores: rojo, oscuro, blanco y colada mixta. La realidad es que los detergentes actuales y la gestión de temperatura de las lavadoras modernas evita el desteñimiento, pero sigue siendo igual de importante separar la ropa por tipo de prenda y tejido. De esta forma conseguiremos que las prendas más delicadas no se arruguen tanto y no encojan. Lo que nos lleva al siguiente punto.
- Nunca llenes el tambor hasta arriba. La ropa no podrá girar libremente por el tambor y se anudará o arrugará en exceso. Los tejidos más densos y pesados podrían arrugar los más ligeros y no todos acumulan el mismo porcentaje de agua, tenlo en cuenta. Incluso para ahorrar tiempo y agua podemos optar por medias coladas o tambores llenos como máximo al 70-75%.
- Nunca dejes la ropa dentro del tambor. Si la colada ha terminado es crucial sacar la ropa inmediatamente después. De esta manera evitarás que las prendas cojan olores y vuelvan a arrugarse debido a la humedad. Al contrario, hay que aprovechar esta humedad para tender y tensar la máximo las prendas. Así evitarás las arrugas más comunes y resistentes.
Una vez aclarados estos puntos, vamos con el trucazo para conseguir que la ropa de la lavadora salga sin apenas arrugas:
- En primer lugar, evita los centrifugados largos y a muchas revoluciones. Aunque un programa preseleccionado te recomiende lavar a 30º y 1.200 revoluciones, te recomendamos editar estos valores y cambiar a 35º y 900 RPM. A más revoluciones, la colada saldrá más seca, pero también con arrugas más difíciles de tratar. Parte del truco reside en sacar la colada algo más húmeda pero menos arrugada. Olvídate de valores de 1.000 a 1.500 RPM, ya que la ropa saldrá muy seca pero también muy arrugada.
- Si tu lavadora no cuenta con la opción de emitir chorros de vapor, introduce en cada colada un par de cubitos de hielo del congelador justo antes de poner la lavadora, entre las prendas. Cuando el lavado dé comienzo, el calor del interior derretirá este hielo hasta convertirlo en vapor e "hinchará" los tejidos, de manera que conseguiremos un efecto planchado. Con este trucazo la ropa saldrá sin arrugas.
¿Y qué pasa con la humedad restante? Este último paso es fundamental. Tender la ropa es algo que casi siempre hacemos sin ganas y sin darnos cuenta de hasta qué punto perjudicamos a las prendas. Cuando usamos pinzas alrededor del cuello de las camisas creamos unas marcas que deterioran la ropa.
Nuestra recomendación es dejar de lado las pinzas y usar los típicos tenderos portátiles, con brazos desplegables. Cuelga las camisas en perchas como si las fueses a guardar en el armario y el resto de prendas lo más estiradas y escurridas posible.
Los resultados son radicalmente distintos y evitarás las arrugas habituales en los bajos de los pantalones, ya que la gravedad y el peso del agua se encargarán de recolocar cada tejido en su sitio.
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