Resulta que sí que se pueden meter objetos metálicos en el microondas, pero en circunstancias muy concretas. Y es por una buena razón

Desde pequeños hemos tenido la idea de que no se puede introducir nada metálico en el microondas, pero estábamos muy equivocados

En el año 1945 se inventó uno de los productos que más utilizamos a día de hoy y, desde entonces, siempre hemos tenido en la cabeza que no se podían introducir objetos metálicos en su interior porque corríamos el riesgo de incendiar la cocina. El microondas ya forma parte de cualquier casa a la que vayamos, y esta leyenda urbana que orbita sobre él ha sido desmentida por algunos expertos como Miguel Ángel Lurueña.

Esta recomendación puede aparecer directamente en el manual de instrucciones del microondas o incluso en una de las pegatinas que retiramos cuando lo vamos a usar por primera vez, pero el hecho de que sea un aviso de precaución no quiere decir que en el 100% de los casos este uso pueda producir una desgracia en nuestra cocina. De hecho, en algunas situaciones concretas es hasta recomendable hacerlo.

Puedes calentar tu café en el microondas con la cucharilla dentro del vaso, pero siempre con precaución

En este caso, la recomendación de no calentar la comida con objetos metálicos dentro del microondas se debe a que este material refleja las propias microondas evitando que estas lleguen al propio alimento, por lo que la acción quedaría completamente inutilizada a efectos prácticos. No tiene por qué provocar un incendio, pero sí que podría llegar a estropear por completo el aparato.

Sin embargo, en el caso concreto de calentar algún tipo de líquido dentro de un vaso de cristal, el principal riesgo que tenemos es que este líquido puede llegar a calentarse por encima del punto de ebullición sin que salgan burbujas que nos lo indiquen, lo cual puede llegar a provocar un desbordamiento al tocarlo o moverlo y hacernos quemaduras de cierta gravedad.

Por ello, si queremos evitar esto lo que recomiendan los expertos es remover ligeramente el líquido en primer lugar, dejar la cucharilla dentro y calentarlo con ella y, por último, esperar unos cuantos segundos cuando el proceso haya finalizado para poder remover de nuevo el líquido sin riesgo a quemarnos.

Este truco se puede llevar a cabo gracias a que la cucharilla metálica está cubierta por el líquido y dentro de un recipiente de otro material, por lo que las ondas no tienen forma de poder rebotar. Además, es importante tener en cuenta que este truco se puede ejecutar únicamente con una cuchara ya que es redondeada y no tiene partes con puntas, por lo que no pueden llegar a provocarse chispas.

Por supuesto, también hay que tener en consideración el hecho de que la cucharilla no puede estar en contacto con las paredes del microondas, cuanto más al centro esté, mejor. En definitiva, hemos podido quitarnos de la cabeza una leyenda que resultaba no ser ciertas, así que ponerlo en práctica puede cambiarnos la vida por completo si tenemos este tipo de problemas en nuestro día a día.

Vía | Directo al Paladar

En Mundo Xiaomi | El primer microondas de Xiaomi en España viene directo a conquistar nuestras cocinas y es tan bueno como todos esperábamos

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