Xiaomi Mi Smart Air Fryer, análisis: identidad y estilo a la conquista de nuestras cocinas

Las freidoras de aire —que no "freidoras sin aceite"— han supuesto una pequeña revolución equiparable a los robots de cocina de hace una década o las yogurteras de hace dos. Podría decirse que la Mi Smart Air Fryer ha llegado en el momento preciso.

En tiempos de plena autoconsciencia por comer sano y comer mejor, ofrecer un electrodoméstico que reduzca la carga calórica del aceite (o cualquier otra materia grasa), en hasta un 90%, supone un revulsivo ideal. Porque esta freidora de Xiaomi no es tanto freidora como horno, un horno pequeñito que ahorra tiempo y dinero —ya que cocina el mismo plato a unos 10ºC menos y unos 10 minutos antes—. Uno que puede programarse sin estar en casa. ¿Quién no querría algo así?


XIAOMI MI SMART AIR FRYER

Dimensiones y peso

335 x 252 x 304 mm / 3,9 kg

Potencia

1.500W

Tamaño

3,5 litros

Rango de temperaturas

De 40°C hasta 200°C

Tiempo

Programación hasta 12 horas

Funcionamiento continuo durante 24 horas

Control

Pantalla OLED táctil tipo rueda de giro infinito

Conectividad

WiFi de 2.4GHz y Bluetooth

Compatibilidad

Google Assistant y Amazon Alexa

App Xiaomi Home (Android e iOS)

Idiomas de uso

Español, turco, polaco, alemán, italiano, portugués de Brasil, neerlandés, chino, coreano e inglés.

Accesorios

  • Cesta para los alimentos
  • 1 Rejilla superior

Voltaje

220-240V / 50-60Hz

Precio

99,99 euros

Xiaomi Mijia Smart Air Fryer - Freidora Sin Aceite, Capacidad 3.5 L, regulable 40-200, Apagado automático, con Recetas, Pantalla OLED, 1500W, Asistente de voz Google y Alexa integrado. (Color Blanco)

Diseño: Stanley Kubrick estaría orgulloso

Primero fue la arrocera, sector donde Xiaomi gobierna con experiencia. Ahora le llega el turno a un gadget donde la competencia en occidente es feroz. ¿Y cómo lo han resuelto? Apostando por la identidad propia y la conectividad, llevando esa filosofía AioT (hogar inteligente conectado) a la estancia más sufrida: la cocina.

Hay quien lo ha denominado "minimalismo anti-intuitivo". A priori es fácil echar de menos los paneles de control de otras freidoras, donde vemos mediante iconos los programas preestablecidos (descongelar, freír, hacer pasteles, asar o recalentar). Pero evitar toda posible botonera a favor de un único botón de encendido y una rueda de control es una ventaja enorme cuando toca limpiarla.

Evidentemente, ante alguien que nunca ha usado una freidora de aire, la curva de aprendizaje es elevada. A ello hay que sumar las primeras etapas de ensayo-error. Nuestras primeras intentonas, pese a respetar los tiempos de cocción/frito, quedaron casi crudas —y no por falta de potencia— o demasiado hechas.

Como podemos apreciar en las fotos detalle, la freidora cuenta con varios respiraderos en los márgenes inferiores, además de una rejilla de expulsión de aire caliente en la parte trasera, bajo un indicador apenas visibile debido a su tono blanco sobreimpreso.

El cable, de 1.2 metros, nos resulta suficiente para no estorbar en cualquier encimera. El logo de 'Mi' figura en la "tapa" superior y el botón de encendido, apenas visible, se sitúa sobre la ruleta. De nada sirve intentar operar con la ruleta si no la has encendido antes.

Esta ruleta cuenta con un panel OLED de un buen contraste y es táctil capacitivo. Se aprieta un "click" para aceptar y avanzar entre sus menús y se mantiene apretado dos segundos para dar un paso atrás, a las opciones del menú anterior. Algo que recuerda en cierta medida a los monitores gaming con menú tipo cruceta.

Y nada más. Ni más botones ni más controles, ya que la fortaleza de esta freidora reside en su sincronización con la aplicación Xiaomi Home y con la posibilidad de pedirle que se encienda, apague y comience o detenga una receta utilizando Alexa o Google Assistant, tanto desde el móvil como desde un altavoz inteligentes conectado a la misma red.

Conexión y construcción: robusta y algo ruidosa

Con un exterior en plástico blanco, la freidora se siente ligera, poco más pesada que una vaporera y similar a un robot de cocina de dimensiones análogas. Si es algo ruidosa (44 decibelios, llegamos a medir), tanto cocinando como precalentando, algo a tener en cuenta si queremos elaborar platos a altas horas de la noche.

La rejilla incluida es de acero inoxidable de baja densidad y es compatible con cualquier tipo de horno. La rejilla superior que protege al grill es de aleación mixta. Por otro lado, tanto la cazoleta (tazón donde depositamos la comida) como todo el revestimiento interior está fabricado en PTFE, un material que posee un comportamiento aislante y antigrasa similar al telfón, algo que ayuda a que ningún resto de alimento se quede pegado.

El cesto cuenta con un volumen de 3,5 litros, algo escaso para una gran familia pero perfecto para grupos familiares de 3-4 personas. Si comer es un acto social, por sus propias limitaciones la Xiaomi Mi Smart Air Fryer encaja mejor en pisos de estudiante y parejas recién emancipadas que ante grupos abultados.

Eso sí, conviene elaborar algunos platos por tandas, tanto el principal como las guarniciones, sin amontonar o acumular en varios pisos, y siempre darle la vuelta a la comida a mitad de la cocción, ya que la resistencia se sitúa en la parte superior, pese a que el aire circule a través de unas rejillas orientadas específicamente para generar un bucle de 360º.

No hay problema en este apartado, ya que la propia Xiaomi Mi Smart Air Fryer nos avisará de que toca agitar y dar la vuelta a los alimentos cada cierto tiempo mediante pitidos intermitentes. También podemos desactivar esta funcionalidad desde el apartado de 'Ajustes' de Xiaomi Home.

En cuanto a la conexión, nada más encender la freidora tendremos que conectarnos a ella mediante Bluetooth. Con el bluetooth del móvil encendido, buscamos la Xiaomi Mi Smart Air Fryer mediante Xiaomi Home y una vez la reconozca ya podremos nombrarla, elegir la habitación donde está dispuesta y comenzar a usarla.

Sus opciones de programación son amplias y la app cuenta con varios apartados de consejos, pudiendo pedirle que envíe una notificación cuando el programa haya terminado.

Por cierto, una vez reconocida nos solicitó actualizarse con la última versión de software. Es posible que que, en algún momento del proceso, la freidora se desconecte. En cualquier caso, al cabo de un par de minutos ya estará lista para cocinar.

Cocinar día a día con la Xiaomi Mi Smart Air Fryer

Y, efectivamente, va siendo hora de cocinar. La Xiaomi Mi Smart Air Fryer presume de tres puntos cardinales:

  • Poder cocina platos saludables, bajos en grasas pero crujientes.
  • Oscilar temperaturas de 40ºC a 200ºC, de manera que podremos freír, pero también descongelar, fermentar masas y cocerlas.
  • Unas 120 recetas al vuelo, sin tener que descargar nada, disponibles desde la app Xiaomi Home.

Cómo no, vamos a comenzar por unas alitas barbacoa acompañadas de unas patatas gajo. Aunque no hemos utilizado papel de horno —llamado también "vegetal" o "sulforizado"—, a la venta en cualquier comercio de alimentación, recomendamos optar por este, ya que cuenta con agujeros que facilitan la circulación de aire. No es imprescindible, en cualquier caso.

Lo que sí es imprescindible es un dispensador de aceite vaporizado, con el fin de repartir de manera equitativa la mínima cantidad de aceite. Para dorar y freír logrando textura crujiente siempre es necesaria una materia grasa extra (aceite o mantequilla). En carnes, con un simple toque, apuntando el cestillo sobre el fregadero para evitar salpicar, es suficiente. En verduras —espárragos trigueros, berenjenas calabacín—, recomendamos pulverizar 2-3 veces e incluso repetir el proceso a mitad de la elaboración, evitando así que pierdan color y queden demasiado secas.

Mientras las patatas fritas siguen su curso (15 minutos en total, contradiciendo los 17 que marca la receta por miedo a que queden demasiado secas)  hemos preparado nuestra propia versión de salsa BBQ a partir de soja, miel, salsa barbacoa y unas gotas de salsa Worcestershire.

Xiaomi Home también cuenta con receta para hacer alitas, aunque nosotros optamos por alargar 10 minutos el tiempo estimado y mantener la temperatura a 175º. También puedes crear tu propia versión, accediendo al editor de recetas y guardándola en la memoria como una más.

Al hacer carne, el truco que hemos aprendido es el siguiente: añadir un poquito de agua en el inferior de la cubeta. De esta forma se evita que la materia grasa caída acabe quemándose y provoque humo, creando incrustaciones difíciles de limpiar. La carne quedará más jugosa sin perder el efecto crujiente.

Por supuesto, conviene pinchar las verduras y carnes más gruesas, ya que el resultado no será el mismo ante un encrecot y patatas enteras que ante chips y alitas troceadas. Eso sí, después de freír hay que desmontar la cesta y no volcar directamente sobre el plato, ya que se derramarían los jugos resultantes. Para retirar la carne usamos pinzas metálicas. Hubiese sido todo un acierto que Xiaomi incluyese unas pequeñas pinzas de plástico en el pack. Los accesorios son fundamentales.

En nuestra elaboración hemos abierto hasta cuatro veces el cesto para comprobar el proceso y dar la vuelta a las alitas —nervios de novato—. La freidora detiene el proceso al instante y continúa calentando y expulsando aire en cuanto la cesta vuelve a ajustarse. Remover, pulverizar algo de aceite extra si lo consideramos oportuno y volver a cerrar.

La conclusión es evidente y el resultado es espectacular en dos aspectos: se logra una textura tersa y crujiente en las patatas, no se pierde nada del sabor de la carne y en el emplate todo está limpio y libre de aceite, sin que por ello dé sensación de haberse deshidratado.

Queda claro que si bien el proceso es muy simple, hay una curva de aprendizaje para cogerle "el punto". La integración con Xiaomi Home ha de servir de guía de ruta, no de palabra sagrada.

Por supuesto, a lo largo de un mes de uso hemos ido elaborando más recetas que podrás leer durante los próximos días en Mundo Xiaomi, desde pizzas caseras, pastas, pescados hasta dulces, pasteles de verduras y más fritura.

La freidora se comporta especialmente bien ante masas finas y elementos  espaciados entre ellos —croquetas, verduras en tempuras, flamenquines, barritas de pescado—. A media altura no hay problema, pero requiere un poco más de vigilancia cuando se trata de un casserole o un estofado, por ejemplo. La superficie puede quemarse y la parte inferior quedar sin cocinar. Echamos en falta un panel de cristal o una ventana desde la cual contrastar qué tal avanza la cocción.

Limpieza y mantenimiento de la Xiaomi Mi Smart Air Fryer

El mantenimiento de la Xiaomi Mi Smart Air Fryer no podría ser más simple.  Tanto en un fregadero como en un lavavajillas los resultados son perfectos. Con el programa de limpieza básico a 50º y enjuagando antes las manchas más incrustadas, tanto el cesto como la bandeja inferior y la rejilla salen impolutas.

Si optamos por limpiar a mano, no es más difícil que limpiar una olla o sartén. Solo hay que separar las dos piezas para acceder al fondo de la cesta o cubeta, usar agua con jabón/lavavajillas de manos y listo. Otro truco: si no quieres gastar papel o no dispones de paños para secar el interior, coloca la cesta en la freidora, activa un programa de precalentado y la propia freidora se encargará de secar los restos de agua en cuestión de segundos.

Xiaomi Mi Smart Air Fryer, la opinión de Mundo Xiaomi

Lo confesamos: nos hemos hecho muy amigos de la Xiaomi Mi Smart Air Fryer. Tras un par de pruebas algo accidentadas queremos tenerla en nuestra cocina. La freidora de Xiaomi cumple con nota y viene con los deberes hechos en el apartado de conectividad. Lo que en apariencia denota "minimalismo" en realidad es una depuración consciente y bajo su ruleta se esconde una herramienta muy completa y fácil de entender.

A ello hay que sumar un precio ajustado, entre un 10 y un 15% por debajo de sus competidores directos. Y tampoco falta potencia, con esos 1.500W muy bien aprovechados que, si nos descuidamos, pueden actuar como una salamandra de hostelería y dejar carbonizada la superficie de los alimentos. Echamos en falta, precisamente, una circulación de aire más homogénea para evitar este problema, algo que puede solventarse con actualizaciones de software, ya que su diseño está cuidado al detalle.

Con todo, esta Xiaomi Mi Smart Air Fryer es un solvente primer acercamiento de la compañía, ideal para quien busque reducir la carga calórica de sus platos, sin por ello renunciar a dichos platos. Y es una opción casi indispensable para, como nosotros, cualquier foodie-techie, para quien ande escaso de tiempo y quiera un plato caliente y sano al llegar a casa.

Xiaomi Mijia Smart Air Fryer - Freidora Sin Aceite, Capacidad 3.5 L, regulable 40-200, Apagado automático, con Recetas, Pantalla OLED, 1500W, Asistente de voz Google y Alexa integrado. (Color Blanco)

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