Xiaomi lo ha conseguido. Uno de cada tres móviles vendidos en todo el mundo es suyo. O de Redmi. O de POCO.
Según el último informe de Counterpoint Research, publicado este 16 de mayo, Xiaomi superó los 500 millones de usuarios de teléfonos inteligentes en todo el mundo durante el primer trimestre de 2022, pasando a formar parte de ese "Club de Élite" que forman Samsung y Apple.
Xiaomi se consolida en el tercer puesto
Echemos un vistazo a esas cifras: en India, la compañía naranja copa el 23,2% de la cuota de mercado. Algo que ya sabíamos, con tres años de liderazgo consecutivo. En nuestra querida Europa, un 12,6%. En China, donde la competencia es más hostil que en ningún otro país, el 14,9% —en TV siguen gobernando—. Y en el resto del mundo, el 7.5% del total, una cifra humilde pero gigantesca comparada con otras marcas antaño líderes como Huawei o nuevos jugadores como OPPO.
Un tercer puesto con el cual Xiaomi logra consolidar una de sus estrategias clave: clientes para monetizar otros servicios y productos. Gran parte del negocio de Xiaomi se deriva de su ecosistema de software: si bien en China ocupan un quinto lugar, su sistema operativo MIUI, sus tiendas y ecosistema de mecenazgo Youpin o sus muchas aplicaciones.
Fue el 23 de noviembre de 2021 cuando Xiaomi anunció que MIUI ya contaba con 500 millones de usuarios activos al mes. Una victoria clave porque la estrategia global, de hecho, no pasa exclusivamente por vender teléfonos móviles, sino por ofrecer un vasto ecosistema de productos —sus lavadoras están tardando demasiado en llegar y otros productos ni se los espera— y servicios derivados para convertirse en algo mucho más grande que una marca de "teléfonos baratos".
Es evidente que Xiaomi quiere ser líder mundial, aunque lo más cerca que ha estado fue durante el pico de ventas de finales de 2021, momento que le garantizó la plata internacional gracias a 190 millones de unidades vendidas, un aumento interanual del 30%. Desde entonces las cosas no han ido a mejor: la marca perdió su posición frente a una Samsung agresiva y una Realme capaz de devorar el mercado de la gama media ella solita.
Todas las ventas de teléfonos móviles han caído este 2022 respecto a 2021, el COVID sigue congelando la producción masiva, Xiaomi ya no es tan económica y el escenario geopolítico es, por decirlo de un modo cortés, complicado y tenso.
Pero el fabricante chino sigue apostando e invirtiendo para lograr su ambiciosos objetivos, con televisores de saldo y una apuesta constante por innovar y marcar la pauta tecnológica frente al resto de competidores.