Quién es Kenya Hara, el prestigioso diseñador por el que Xiaomi ha pagado 2 millones de yuanes para renovar logo

¿Pagar dos millones de yuanes por un cambio de logo? Ese fue uno de los interrogantes, seguidos de cierta sorna y socarronería, cuando Xiaomi presentó su nueva identidad corporativa de la mano de Kenya Hara. La gran pregunta está servida: ¿quién es este señor?

Hara Ken'ya, nacido en 1958, profesor en la Universidad de Arte de Musashino y presidente del Nippon Design Center (NDC), es considerado uno de los diseñadores gráficos más prestigiosos de China. Conocido por su trabajo con la marca MUJI, es quizá, junto al caligrafista Wang DongLing, uno de los maestros más representativos en Oriente de lo que entendemos por teoría del diseño. No en vano sus estudios de arquitectura y los libros ‘White' y 'Designing Design' se han convertido en verdaderos bestsellers del género.

Capturar la nada

Kenya Hara no es un recién llegado. Algunos de sus galardones son el Premio de Diseño Mainichi 2000 (concedido en 2001), el Premio del Club de Directores de Arte de Tokio en 2003, o el premio por el Calendario de la EXPO 2005.

Si nos remontamos años atrás veremos que fue el responsable de diseñar los programas en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano 1998. Ese mismo año recogía otro galardón por su sistema de señalización del Hospital de Umeda (situado en Yamaguchi).

En cuanto a su trabajo, destacan por ejemplo sus jardines zen vacíos de elementos —a los que literalmente se les extirpa los elementos comunes basándose en el concepto del “ma”, el “espacio negativo”—, apenas coronados por alguna flor en ámbar. "El vacío es más rico que la plenitud", suele apuntar en algunas entrevistas.

Por otro lado, Hara incide en lo extraordinario de lo ordinario, a través de una observación concienzuda:

"El diseño es el reconocimiento vívido de nuestro propio mundo vivo a través de la fabricación de cosas y a través de la comunicación. [...] El diseño es la provocación de los sentidos y una forma de hacernos discernir el mundo (que nos rodea) de nuevo" — Fragmento de Designing Design

Y además de sus muchas contribuciones gubernamentales, los diseños de MUJI, su principal trabajo comercial, se caracterizan por su “bella simplicidad”. Casi todos resaltan por ser absolutamente blancos, ya que, según la teoría del propio Hara, los colores distraen y alteran la percepción sensorial que tendríamos.

Su kanji, 白, recordará a cualquier occidental a una estantería decorada en su margen superior. La pureza del blanco resulta en sobriedad y autenticidad emocional, pero también en robustez, algo en lo que Xiaomi no son ajenos, apostando en sus últimos terminales por la certificación IP68.

Entre otros muchos, su teoría del diseño se fundamenta en cinco conceptos base. El primero sería “Emptiness”, un concepto que parte de ese sentido budista del desprenderse y vaciarse —diferenciando “ku” 空, representativo de “el vacío”, de "mu" 無, es decir, “La nada”—. Según Hara, el vacío puede “capturarse”.

“Exformation” sería otro de los conceptos clave, haciendo referencia hacia aquello que percibimos y sentimos pero no verbalizamos. “Haptic”, de háptico, aquello que sentimos al tacto o creemos que nos haría sentir si lo tocásemos —como los bordes redondeados del nuevo logo—. “Sense-driven” y “sense-ware”, diseñar para sentir y sentir lo que es diseñado; por ejemplo, esa sensación que produce agarrar un palo cuando somos niños.

Analizar el espacio

Como ya apuntamos, para el rediseño del logo de Xiaomi, Hara ha usado la fórmula de la superelipse |x|^n + |y|^n = 1, resultado de los estudios cartesianos de Gabriel Lamé (los cuales, a su vez, forman parte de la combinatoria). La fórmula de la que presume Hara combina a partes iguales un equilibrio casi perfecto entre un círculo y un cuadrado. Un equilibrio dinámico con el objetivo de representar «la flexibilidad de Xiaomi, su carácter implacable y su voluntad de avanzar».

Poco después de la presentación, algunos medios locales confirmaron que la compañía había gastado dos millones de yuanes (unos 305.000 dólares) y tres años de estudio durante el desarrollo de este nuevo logo.

Las risas no se hicieron esperar: en redes, algunos usuarios decían que este cambio no debería haber costado más de 2.000 yuanes. Otros, que costaba más identificar las diferencias entre el nuevo y el viejo logo que el precio en sí de crearlo.

Impermeables a las bromas, en Xiaomi tienen clara su apuesta en naranja, negro y plata. Una apuesta basada en el concepto ‘Alive’, en una imagen viva y, en cierta medida, cambiante y en consonancia con las nuevas adiciones tecnológicas de la familia Mi 11: «Las personas están vivas; la tecnología es creada por las personas; la tecnología, por tanto, también está viva», relataban durante la presentación.

Imágenes | Hara Design Institute, Xiaomi

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