Lo primero que hacemos muchos en cuanto compramos un móvil nuevo es añadirle una funda y un protector de pantalla. De hecho, ya hay algunas marcas como Xiaomi que incluyen una pequeña capa protectora en el panel.
La última moda en protectores de pantalla es un cristal templado que, además de evitar algún que otro susto en forma de arañazo, también aleja a nuestros amigos cotillas que quieren echarle un ojo a nuestras conversaciones con el móvil.
Cuanto más miras, menos ves
La tecnología avanza, y con ella también los hacen los protectores de pantalla. Hoy en día existen unos cristales templados (e incluso fundas) que, gracias a unos filtros, el ángulo de visión de nuestro móvil se estrecha para que la pantalla solo sea visible para el usuario directo, evitando totalmente su visión desde cualquier otro ángulo.
Estos filtros son inapreciables a simple vista, pero su funcionamiento es muy simple: a partir de unos 30 grados de inclinación, la pantalla se empieza a ver como si te hubieras puesto unas gafas de sol, oscureciéndose paulatinamente a medida que aumenta el grado de visión, hasta quedar completamente opaca.
Las ventas de estos protectores de pantalla se han incrementado enormemente los últimos meses, ya que resulta extremadamente útil para aquellos que suelen estar en lugares públicos o rodeados de amigos y no quieren dejar expuesto el contenido de su móvil.
Su precio suele estar por debajo de los 10€, pero no es oro todo lo que reluce: sí, tus conversaciones van a volverse invisibles a ojos de los demás, pero tanto el brillo como la definición de tu pantalla se verán afectadas, ya que estás añadiendo una capa polarizada.