En qué se diferencian exactamente el Xiaomi 11T del Xiaomi 11T Pro

Ya podemos reservar los nuevos Xiaomi 11T y 11T Pro. Bueno, eso si eres capaz de encontrarlos, porque las ofertas con 100 euros de rebaja están volando y regalar una Xiaomi Mi TV P1 de 32 pulgadas (valorada en 259 euros) con cada compra es un caramelo que nadie querría dejar escapar.

Entretanto hemos analizado las características de estos modelos y qué ofrecen respecto al mercado internacional actual. Pero hay algo que podría confundir a más de un usuario: el 11T y el 11T Pro son visualmente idénticos. Por fuera, es imposible distinguirlos y un neófito podría terminar llevándose a casa el modelo equivocado. Necesitaríamos una báscula electrónica para distinguir el gramo de diferencia que separa a estos hermanos gemelos. Con el fin de aclarar las diferencias y resolver dudas hemos preparado una comparativa esencial que podrás consultar como guía.

Xiaomi 11T y 11T Pro, dos gemelos frente a frente

Como podemos apreciar, tres componentes diferencian a ambos modelos:

• El procesador y, por ende, tanto la CPU como la GPU. En el modelo 11T se recurre a un Dimensity 1200 Ultra, el tope-de-gama de Mediatek considerado al nivel de Snapdragon 870 en cuanto a desempeño general, con 184.187 puntos en AnTuTu en los test de CPU y 246.689 puntos en las pruebas de GPU, frente a 194.908 puntos en los tests de CPU y 244.241 en la prueba de GPU del Snapdragon 870. Por su parte, la GPU del primero es una Mali-G77 MC9 de 7 nm, igual que la Adreno 660 aunque algo por debajo en su desempeño, sin esquema de memoria compartida y menor rendimiento en procesamiento 3D. El 11T Pro, entretanto, disfruta del actual Snapdragon 888.
• El tipo de RAM instalada en el terminal. La RAM LPDDR4x del 11T cuenta con un pico de velocidad de datos teórica de 4266Mb/s frente al pico de 6.400 Mb/s de la RAM LPDDR5 del modelo 11T Pro. Hablamos de 1,5 veces más velocidad frente a la arquitectura de doble canal de 32 bits del anterior módulo.
• La carga rápida. Sin duda, el elemento disruptor: el 11T está limitado a una carga rápida de 67W mientras que el modelo Pro disfruta de los 120W que conceden una carga total en apenas 17 minutos.

Apenas 1 gramo de peso marca la diferencia entre estos dos smartphones en apariencia idénticos pero, como es evidente, la diferencia la demarca la potencia total.

¿Y en qué afecta? En la cantidad de aplicaciones abiertas, la fluidez general y el desempeño final ante una mayor carga: jugando videojuegos, editando vídeo, procesando imágenes, etc. No es una diferencia sustancial pero sí apreciable sobre el papel.

Eso sí, a mayor exigencia, mayor demanda energética. Y es aquí donde entran en juego los 120W de carga rápida: en un escenario de benchmarking, tal vez el Xiaomi 11T Pro no posea tanta autonomía como el 11T, convirtiéndolo en la compra ideal para quienes no busquen tanta potencia y sí un extra de batería diario.

Unas diferencias no tan determinantes

Con un factor de forma idéntico, un escalón de cámaras idéntico, misma sensórica y misma pantalla, ¿de dónde viene la necesidad de producir dos terminales casi iguales?

Tal vez podamos rastrear una pista en la inevitable escasez de chips que afecta a todo el parque tecnológico. Apostar por dos caras distintas, MediaTek y Qualcomm, los dos fabless líderes del mercado, evita los posibles problemas de stock y faculta satisfacer la demanda de los últimos herederos de la familia "Mi 11". Una economía de recursos, por otro lado, al conservar en la cadena de producción dos idénticos módulos de cámaras y tipos de display.

Si echamos la vista atrás, a comienzos de año Xiaomi tuvo que bregar con más de dos meses de sequía a propósito del lanzamiento del Redmi K40 Pro, topándose con una seria escasez de procesadores Qualcomm Snapdragon 888 y 870.

En resumen, si Xiaomi ha tomado esta decisión es, en última instancia, a favor del consumidor, con el fin de proveer sin agotar la línea de distribución. A cambio tenemos dos móviles donde elegir. Y ya se sabe: que no falten opciones es siempre una ventaja estratégica, tanto para quien vende como para quien compra.