Hace 35 años una tele de 43 pulgadas pesaba 200 kilos, hoy una de Xiaomi pesa 30 veces menos

El tiempo va pasando y no perdona. Las cosas cambian casi cada día, sobre todo en el mundo de la tecnología, pero suelen ser cambios tan imperceptibles que resulta difícil verlos. Eso sí, echar la vista atrás supone una auténtica bofetada de realidad. Y si en lo que nos fijamos es en la miniaturización, la realidad nos golpea aún con más fuerza. En materia de televisores es donde ahora nos metemos, buscando una Sony que se lanzó hace 35 años.

Ni tres décadas ni cuatro. Justo en la mitad. 35 años hace del lanzamiento de la Sony KX-45ED1, un auténtico mastodonte de televisor que se convirtió entonces en el CRT más grande del mundo. Ni más ni menos que 43 pulgadas para un televisor que, por su propia construcción, era gigante. Pero la cosa no quedaba ahí, también era ultra caro y pesaba la friolera de 200 kilos. Echando un vistazo a las últimas 43 pulgadas lanzadas por Xiaomi en España, la evolución es más que evidente.

De 200 kilos a 6, de 40.000 euros a 300

En Japón, a principios de la década de los 90, apareció casi por sorpresa un televisor gigante. Lo firmó Sony y recibió el número de modelo KX-45ED1. Una auténtica bestia que medía más de un metro de largo, algo que no es extraño hoy en día, pero que tenía un par de cosas en su contra. La primera, que era un televisor CRT. Eso significaba que su diseño distaba mucho de ser plano, y si tenía un metro de ancho, su profundidad era de casi 80 centímetros. La segunda, la relación de aspecto de 4:3, clásica de la época, hacía que midiera más de 90 centímetros de altura.

Este auténtico mastodonte llegó a Japón y no parecía que fuese a comercializarse en el mercado internacional, pero sí llegó a alguna parte. A Estados Unidos, por ejemplo. Allá por ‘las américas’, el Sony KX-45ED1 se vendió a aproximadamente 40.000 dólares de salida. Unos 37.500 euros de hoy sin aplicar la inflación histórica. Nada mal para un televisor que, ojo con esto, pesaba 200 kilos. Un dos seguido de dos ceros. Doscientos kilazos de televisor que, 35 años más tarde, resultan casi antediluvianos.

Basta con fijarnos en el último televisor de Xiaomi que ha llegado a España. No uno cualquiera de los Xiaomi TV A Pro de 2025. Seamos justos, comparémoslo con el modelo de 43 pulgadas. Gracias a la reducción de marcos y al cambio del formato de pantalla, el Xiaomi TV A Pro de 43 pulgadas es mucho más pequeño que el Sony de los años 90. Y no sólo eso, también es mucho más ligero, y resulta infinitamente más económico.

Hablamos de que, 35 años más tarde, un televisor de 43 pulgadas tiene una anchura de 96 centímetros. Incluso cambiando la proporción de 4:3 a 16:9, y siendo la diagonal más paralela al suelo que la de los años 90, el televisor de Xiaomi mide 5 centímetros menos de ancho. La cosa no queda ahí, la altura del Xiaomi es de 56 centímetros, 20 centímetros menos. Otro cambio, la profundidad. Clave en los televisores de pantalla plana. 8 centímetros sin incluir la base frente a los 80 centímetros del Sony.

¿Pero queréis saber otro cambio clave en estos 35 años? El peso. Si el mastodonte de Sony pesaba 200 kilos, el ‘gato de Xiaomi’ pesa únicamente 6 kilos. 6,1 kilos si incluimos la base, vamos a ser exactos en este punto. Así que hemos pasado, en 35 años, de tener un televisor de 43 pulgadas que no cabía casci por la puerta y había que transportar entre 4 personas (fornidas personas) a un televisor que podemos cargar prácticamente con una mano. Y si hablamos del precio, de 37.500 euros a 300. Otro punto en el que hemos salido ganando. Y por mucho.

Así funciona la evolución en tecnología.

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