Pensábamos que no iba a volver, que Disney le había cerrado las puertas en su aséptico PG-13 MCU marveliano. Pero el tremendo clamor de los fans -y la más bien desastrosa cuarta fase del UCM-, llevó a los ejecutivos de Disney a pensárselo mejor. Y el resultado se ha traducido en cientos, miles, de millones de dólares y carcajadas.
Porque el mercenario bocazas ha vuelto a lo grande con Deadpool & Wolverine, que arrasó este verano en taquilla y esta semana promete hacer lo mismo en Disney+, la plataforma de streaming del tio Walt, que la ha estrenado el pasado martes.
Deadpool y Disney, una historia de amor y desamor
Una de las producciones más únicas en el cine de superhéroes, tras ese sacrilegio del Deadpool que salió en X-Men Origins Lobezno, la FOX dio luz verde a un proyecto del personaje que sí retrataba al bocazas de 'Masacre' como siempre ha sido: ultraviolento, chistoso y rompiendo la 4ª pared constantemente. Deadpool (2016) salió de la nada, era PG-18 y recaudó una locura.
La secuela hizo más dinero aún -y tiene la mejor escena meta post-créditos de la historia-, y de repente, cuando ya acariciábamos esa tercera parte, sucede el órdago: Disney compra FOX. Y Deadpool no tiene cabida porque los niños no pueden ir a verla.
Pero, tras una serie de films Marvel muy lejos de las fases 1, 2 y 3 en cuanto a éxito de público y crítica, Disney le encontró un hueco al mercenario bocazas. El resultado son más de 1.300 millones en taquilla, la segunda peli más taquillera del año -la primera es otra Disney, Del Revés 2-, y la promesa de ir al cine a reírte, no a ver dramas superheroicos.
Deadpool y Lobezno en Disney+
Tan fanservice que ha reventado cualquier medidor por encima de lo de Spiderman No Way Home, Deadpool & Wolverine no es solo otra sesión de que Ryan Reynolds nació para hacer este personaje, sino el final de esa campaña que comenzó en 2016 para que Hugh Jackman, que ojalá cuelgue el traje a los 90 años, se vistiese las garras de Lobezno una vez más. Es acción, es cachondeo del bueno, es cameos de caérsete la mandíbula, no pasa de las 2 horas, es el revulsivo que el UCM necesitaba.
Y, lo mejor, es la más bonita carta de amor a los X-Men y ese cine de cómics que FOX produjo entre 1998 y 2008, antes de que Iron Man lo cambiase todo para siempre -los títulos de crédito te sacan la lagrimita.
Está ya en Disney+, y si no la has visto, píllate un par de horas y disfrútala, porque incluso aunque no te guste ni te vaya la saga o este tipo de cine, seguro que te reirás con algún chiste. Y eso, en la época actual, es oro puro.
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