Cada mes se comercializan cientos de nuevos auriculares inalámbricos pero Qualcomm solo ha cerrado esta alianza con una marca: Xiaomi.
Los nuevos Xiaomi FlipBuds Pro son los únicos compatibles con Snapdragon Sound, tecnología desarrollada por Qualcomm para sacar el máximo partido a los chips de audio y garantizar una óptima calidad de sonido —lo que redunda en los bitrates más altos y las latencias más bajas—- ¿De qué estamos hablando? Vamos a desvelarlo ahora mismo.
Tres conceptos básicos
Antes de hablar de las distintas diferencias en los protocolos de compresión o codificación del audio digital vamos a repasar tres conceptos básicos.
- Bitrate o velocidad de bits (kbps): el audio digital se mide en kbps, o kilobits por segundo. Esta tasa nos habla de la cantidad de datos que se transmiten por segundo a través de una conexión. Cuanto más baja es, inferior será la definición y nitidez de las frecuencias ya que equivaldrá a una menor cantidad de datos transmitidos dentro de un rango de frencuencias específico. Para tener una referencia, en un CD se compila y transmite a una tasa de bits de 1411 kbps.
- Frecuencia de muestreo (kHz): este valor mide la cantidad de datos por segundo al que ha sido registrado un archivo de audio. Es lo que se conoce como frecuencia de muestreo y el estándar habitual se sitúa en los 40 kHz (44.1 kHz o 48 kHz), aunque es común masterizar en estudio a frecuencias muy superiores, a 96.000 e incluso a 192.000Hz. Cabe apuntar que solo los 44.1kHz ya cubren el doble del rango de frecuencias que un oído humano es capaz de escuchar.
- Profundidad de bits: por último, este valor habla del número de bits almacenados dentro de una muestra de audio. A mayor profundidad de bits, igual que sucede con el color, mayor precisión y matices registrados. Durante décadas se ha registrado música digital para consolas domésticas a una profundidad de 8 bits, lo que facultaba archivos de peso mínimo. Un CD se registra a resolución de 16 bits, lo que se traduce en 96 decibelioss de rango dinámico. Un DVD a 24 bits, que equivale a 144,5 dB de rango dinámico. Ya hay estándares que operan con una profundidad de 32 bits —con coma flotante, no con punto fijo—, lo que según en estándar IEEE-754 implica archivos un tercio más grandes y un rango de hasta 1500 dB. De locos.
Los principales códecs de compresión de audio
Ya tenemos, por fin, un mapa claro de las tres cifras que definen la "calidad" de sonido digital: el bitrate, la frecuencia de muestreo y la resolución. Ahora conozcamos los distintos códecs del mercado que bregan con la calidad con un cuarto valor siempre en alza: la latencia.
La latencia es el tiempo que tarda una señal de audio en llega desde que es enviada por el dispositivo anfitrión (móvil) hasta que la recibe el dispositivo de recepción (auriculares). Y en cuanto a latencia, los citados Xiaomi FlipBuds Pro han marcado un récord histórico: su modo juego es capaz de bajar hasta los 69ms.
- AAC (Advanced Audio Coding): desarrollado por un consorcio de empresas, este estándar existe desde 1997 y es el códec más popular de internet, al ser el adoptado por iTunes (Apple) y YouTube (Google). Garantiza una alta calidad para misma tasa de bits que el códec SBC a cambio de una latencia demasiado alta —de entre 170 y 200 ms—.
- AptX (Audio Data Reduction Technology): un estándar adoptado por casi todas las empresas. Si bien este códec se remonta a los años 80, utilizado principalmente en radio, con los años ha ido viviendo distintas iteraciones, primero tras la compra de CSR (Cambridge Silicon Radio) y después con la absorción por parte de Qualcomm en 2015, cuando presentó una serie de innovaciones clave. Actualmente existen tres iteraciones dependiendo de la tecnología. La primera, aptX LL (Low Latency), donde se prioriza latencias inferiores a 35 ms, frente a los habituales 150. La segunda, aptX HD (High Definition), focalizada en ofrecer un bitrate mayor aprovechando el ancho de banda, alcanzando 576 kbps a 24-bit y 192 kHz; es decir, calidad DVD. Por último, destaca el aptX Adaptive, el más avanzado de los tres y capaz de lograr una compresión dinámica con un bitrate mínimo de 276 Kbps y máximo de 420 kbps.
- LDAC: el estándar adoptado por Sony —aunque es de código abierto, tan solo requiere una licencia de Sony— cuenta con algoritmos propios y puede operar en tres tasas de bits, 330 kbps, 660 kbps (modo normal) y 990 kbps (modo calidad) a 24 bit/96 kHz.
- LHDC (Low Latency High Definition Codec): este estándar creado por la HWA (Hi-Res Wireless Audio) apuesta por un bitrate alto de hasta 900 kbps a 24 bit/96 kHz y latencias por debajo de los 100ms. Es uno de los más utilizados por fabricantes de audio expertos como Optoma, Pioneer, Sennheiser o Audio Technica.
- LC3 (Low Complexity Communication Codec): este estándar cuenta con uno de los bitrates más bajos —de 160 kbps hasta 345 kbps— y cuenta con la tasa de muestreo más amplia, desde los 8 kHz hasta los 48 kHz. Es un habitual en el podcasting y la emisión de audio desde webs. A cambio de su limitado ancho de banda garantiza mayor estabilidad y menos interferencias de audio.
Qué es Snapdragon Sound
Como es evidente, Snapdragon Sound es compatible con los estándares de calidad más exigentes. Es decir, con LDAC y LHDC y su capacidad de retransmitir audio a 24 bits/96 kHz.
Pero también es compatible con DACs externos y es compatible con formatos como LPCM (Linear Pulse Code Modulation), el estándar usado para grabar en contenedores de audio como WAV o AIFF, o trabajar con formatos de compresión con pérdida de alta fidelidad, como el estándar de Tidal MQA (Master Quality Authenticated)
Snapdragon Sound soporta hasta 384 kHz PCM y DSD de 32 bits con un THD + N mínimo. Este concepto, siglas de "Total Harmonic Distortion + Noise" hace referencia tanto a la cantidad de distorsión armónica como al ruido de señal generado, los dos talones de Aquiles del sonido. Los amantes de Audirvana y los DACs portátiles están de enhorabuena.
Presentada hace ya ocho meses, Snapdragon Sound saca pecho para convertirse en el nuevo estándar de Qualcomm que reúna los últimos avances en conectividad inalámbrica y codificación del audio digital. Eso sí, solo es compatible con el SoC Snapdragon 888 y el futurible Snapdragon 888+.
Por lo pronto es capacidad de amplificar el sonido sin una mayor excitación eléctrica —es decir, sin consumir más batería del móvil—, además de ofrecer una latencia estable y muy baja, de solo 89 milisegundos.
De ahí que estemos ante un importante cambio que afectará principalmente al muestreo de voz y calidad de la misma en llamadas de larga distancia, al amplificar el ancho de banda de 8 kHz a 32kHz y que en la música marca un escalón ascendente hacia esa excelencia, inalámbrica y libre de formatos físicos, que buscaría cualquier audiófilo.
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