«En el futuro, ¿podría haber lavadoras, lavavajillas o cerraduras inteligentes de Xiaomi? No es inconcebible». Estas palabras fueron publicadas en The Guardian en 2015. Por aquel entonces, para muchos era impensable tener en casa una lavadora Xiaomi. Hoy existen más de 10 modelos. Hemos hablado de muchos de ellos.
Ya han pasado más de dos años desde que Donovan Sung —anterior director de negocio, actualmente fuera de la empresa— dijo «¿Deberíamos lanzar esto en nuestros mercados globales?» a propósito de su nueva lavadora-secadora. Sin embargo, en España seguimos esperando. ¿Por qué?
Legislación europea vs legislación china
¿Por qué Xiaomi no vende en España sus frigos de dos puertas, sus lavadoras-secadoras o sus lavavajillas con display táctil? Una respuesta compleja y nada fácil de responder. Pero vamos a intentarlo.
Y comenzamos con la respuesta oficial que Xiaomi ha tenido a bien en facilitarnos:
Cada innovación que ha llegado al mercado español ha contado con el apoyo de los consumidores y Mi Fans y el respaldado de nuestros partners. Por este motivo, son muchos los productos que valoramos traer a España. Pero todo lleva su tiempo. Para nosotros, por encima de todo, está garantizar la calidad del servicio que ofrecemos a los consumidores, así como su experiencia como usuarios de dispositivos Xiaomi. En este sentido, la decisión de lanzar nuevos dispositivos siempre tiene que ir acompañada de la seguridad de la ampliación de nuestro canal de distribución y la optimización de nuestros servicios de aftersales para garantizar un servicio de calidad a lo largo de todo el proceso.
Ahora sí, hablemos de leyes y disposiciones. Para que una lavadora o lavavajillas pueda ser comercializado en España debe cumplir con cierto etiquetado.
El nuevo etiquetado energético no es sino la primera piedra para apostar por electrodomésticos energéticamente más eficientes. Aprobada por la Comisión Europea en marzo de 2019, esta nueva clasificación va de la G hasta la A y se desprendes de los “+”. Según este nuevo reglamento, las categorías A+, A++ y A+++ pasan a ser D, C y B. La excelencia está reservada solo para unos pocos.
¿La razón? Ese pictograma ya no "premia" únicamente el ahorro energético, también presta atención a características como la cantidad de agua consumida por cada ciclo, la cantidad de ruido (decibelios) emitido o la capacidad de carga total. Dicho etiquetado es obligatorio para todos los lavavajillas, lavadoras y frigoríficos vendidos a partir del pasado 1 de marzo de 2021, para todos los sistemas de iluminación a partir del 1 de septiembre de 2021 y para todos los sistemas de aire acondicionado a partir del 1 de marzo de 2022.
Pero aún hay más: frente a la compra de unos auriculares, las regulaciones en torno a un electrodoméstico son mucho más severas. Y una de ellas es aquella serie de normas que lucha contra la obsolescencia programada.
Pensemos en el derecho a reparar: además de las garantías oficiales —extendida a 3 años a partir del 1 de julio—, los fabricantes están obligados a proveer repuestos para gran parte de los componentes, con el fin de reducir el residuo generado y garantizar una vida útil de 10 años para lavadoras y lavavajillas y 7 años para frigoríficos.
En cuanto a los aires acondicionados, no pensemos en aerotermia ni en convección: las normativas españolas no son tan laxas como las chinas. Ajustarse a ellas incrementaría el coste, reduciría el beneficio y, con ello, la competitividad de Xiaomi.
Pese a que en China se fabrica el 70% de los aires acondicionados que consumimos en el mundo, en España compramos aparatos caros. No en vano, el mayor gasto energético de una familia española se fundamenta en enfriar y calentar la casa. Un gran nicho para explorar bajo precios más competitivos, ¿verdad?
No exactamente. Como es obvio, no cualquiera puede instalar un AC. El profesional habilitado debe acompañar los dos partes que han de ser debidamente cumplimentados y archivados. Y, en cuanto al "combustible", el gas R32 es el único recomendado: el R410A quedará prohibido a partir del año 2025 según el Reglamento 517/2014 del Parlamento Europeo.
Por otro lado, el modelo certificado de instalación de AC exige un montaje con una expulsión de aire a fachada de entre 0,2 y 1 m3, una separación de 2,5 metros respecto a la acera, puertas y ventanas y 2 metros respecto a otro AC. Según el art. 7 de la Ley de Propiedad Horizontal, ante una instalación en edificio compartido también se necesita informar a la comunidad vecinal.
Xiaomi podría comercializar sus aparatos, pero sus precios finales, impuestos mediante, no serían tan atractivos como llegamos a creer cada vez que traducimos yuanes a euros.
Los costes de distribución
Pese a que Estados Unidos ha reconocido formalmente que Xiaomi opera con total libertad como empresa, todavía existen ciertas limitaciones derivadas de cierto colapso en el comercio online.
La gran pregunta puede ser: si Xiaomi ya ha superado todos los escollos con el mercado móvil, ¿por qué no con el mercado del electrodoméstico? Al fin y al cabo ya cuentan con una sólida cadena de distribución, con más de 30 Mi Stores físicas en España, 100 en toda Europa y 1.000 alrededor del mundo.
La respuesta es: por algo tan obvio como peso y tamaño. Comprar unas gafas de sol para gatos por 1 euro puede llegar a ser rentable para algunos comercios. Adquirir una lavadora de 78 kg, embalaje incluido, convierte el paquete en una patata caliente.
Y si prefieres probar suerte y comprar desde China, desde la plataforma Youpin, te puede llegar una carta sorpresa. Porque a las trabas anteriores debe sumarse una nueva: a partir del 1 de julio de 2021, las normas del IVA sobre las actividades transfronterizas cambian un poquito. Las empresas vendedoras tendrán que repercutir el IVA del país de destino mediante el sistema de ventanilla única. O, lo que es lo mismo, los compradores tendrán que pagar el IVA de su país. Imagina el salto del 0% al 21% en un frigorífico de dos puertas.
Qué electrodomésticos vende Xiaomi
Un apunte clave que debemos tener en cuenta: Xiaomi no fabrica electrodomésticos. Su gran flota de electrodomésticos se produce por dos grandes marcas con las que colabora: Smartmi y Mijia (también conocida como Xiaomi Smart Life—.
Smartmi fabrica calefactores o radiadores. Mijia fabrica desde destornilladores hasta microondas, pasando por frigoríficos, lavadoras o secadoras. Algunos de sus ejemplos más notorios son las nuevas lavadoras-secadoras con hasta 10 kilos de carga, 12 modos de lavado otros siete de secado. Este segundo también es el responsable de toda la familia de scooters de Xiaomi.
Cuándo llegará a España el lavavajillas Xiaomi
Pero si hay un producto que apunta a ser el rey de muchos hogares ese es el Mijia 6, el lavavajillas de escritorio con unas minúsculas medidas de 435 x 300 x 460 mm y 11 kg de peso.
Este podría ser un buen caballo de Troya para comenzar: es ligero, posee un diseño muy ecoeficiente y presume de una estructura fabricada a base de acero inoxidable que cumple con los más altos estándares de su país.
Este lavavajillas alcanza una temperatura máxima de 70° C, su nivel de ruido es inferior a 56 dB, cuenta con limpieza de 360°, panel táctil, sensores de alta precisión para alcanzar la suciedad incrustada y un sistema de ventilación (sistema de inundación de aire caliente, PTC) para secar los cubiertos, tazas y platos sin deteriorarlos.
¿Y cuándo llegará el lavavajillas de Xiaomi a España? Imposible saberlo. Tocará esperar, en cualquier caso. Desde Xiaomi nos han facilitado el siguiente comunicado oficial:
Como siempre, en Xiaomi nos esforzamos al máximo para continuar ampliando nuestro catálogo de productos disponibles en Europa y, en concreto, en España. Ambas regiones son mercados estratégicos para nosotros y tenemos una clara vocación de ampliar lo más rápido posible nuestra oferta de soluciones innovadoras. Al mismo tiempo, seguiremos reforzando nuestra presencia en punto de venta, para que todos los consumidores puedan encontrar nuestros dispositivos de manera accesible a través de canales online y offline, propios y de terceros.
En resumen: la suma de todos los elementos citados —certificaciones, legislaciones, impuestos y reglamentos europeos— dilatan estos procesos. Habrá que tener paciencia.
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