La espera se está haciendo larga, pero el Xiaomi Auto o Xiaomi Electric Car promete bastante. Las razones son obvias: por precio, por democratización de tecnologías y por inversión, el coche de Xiaomi aspira a ser la próxima gran revolución dentro de la industria de la automoción. Unas ambiciones que nos ponen los dientes largos y nos llevan a volar la imaginación... tal vez más de lo que debería.
Pero es que el CEO de Xiaomi tiene toda su atención puesta en el coche eléctrico y semi-automático de la compañía. Es su objetivo vital y lleva meses desarrollando cientos de alianzas con distintas aplicaciones de terceros e incluso están desarrollando su propio Auto Pilot y su propio Android Auto, denominado CarWith. Con los pies en la tierra pero la ilusión en las manos, aquí lanzo las cinco funciones o características especiales que me gustaría ver en el primer coche eléctrico de Xiaomi.
1. Piloto automático
Está claro: un sistema de conducción automática para cuando lo necesitemos sería el auténtico pelotazo. Este sería el requisito imprescindible para competir con el resto de vehículos autónomos. Por supuesto, suena fácil de poner sobre el papel pero muy complejo de hacer realidad. Miles de tests nunca son suficientes tests.
Más allá del software, el vehículo necesitaría de un gran conjunto de cámaras externas, sensores ultrasónicos y todo tipo de medidores analizados controlados, a su vez, por un ordenador de a bordo seguro y eficiente. En resumen, el coche de Xiaomi requerirá de un PC mejor del que uso para escribir este artículo.
2. Pantalla táctil con gestos
Cuando los Tesla Model le dieron la vuelta a la industria lo hicieron por todo tipo de razones, pero una de ellas residía en lo obvio: simplificaba la comunicación entre conductor y vehículo. A través de una app nativa, es posible ejecutar videojuegos o aplicaciones de streaming como Netflix —amén de la popular función "caraoke"—.
Xiaomi tiene por delante la tarea de igualar esta usabilidad y comodidad de conexión, justo ahora que se han redoblado los esfuerzos por controlar las distracciones y penalizan más que nunca las elusiones con el móvil en carretera. No se trata de traer con MIUI for Car, se trata de construir desde cero un sistema intuitivo, accesible, compatible con los asistentes digitales y con nuestras propias apps de uso cotidiano, ya sea Spotify o Google Maps.
3. ¿Qué pasa con la llave?
Sí, en MundoXiaomi también somos coquetos. Nos encantaría que el vehículo fuera compatible con Xiaomi Home, ese centro neurálgico para controlar todos los gadgets de la compañía, pero sin renunciar a una llave tradicional.
Puede que el nuevo coche eléctrico de Xiaomi pueda abrirse con una simple tarjeta de empresa, pero si la marca es capaz de desarrollar un llavero agradable y cómodo, siempre optaría por la segunda opción. Y que se bloquee si hay mirones alrededor. Al menos ya hay una patente que apunta en esa dirección.
4. Sistema de suspensión y presión de aire en ruedas
Nos ponemos un poco técnicos para hablar del SAS, el sistema de suspensión inteligente que incorporan algunos vehículos. Poder contar con un sistema de control y distribución de la presión ayudaría a cuidar mejor las ruedas y, en general, los bastidores del vehículo.
La oportunidad de gestionar con distintos niveles de presión tanto la cantidad de aire en cada rueda como el tipo de rendimiento respecto a los amortiguadores sería un sueño hecho realidad. Esta es una integración costosa, pero también una de las características más interesantes de cara a la construcción del coche de Xiaomi.
5. Integración con otros sistemas
Podríamos hablar de otras muchas características, como un conector de carga rápida que reconozca cada móvil y lo alimente a la máxima velocidad posible, de un retrovisor electrónico o de un maletero de dos compartimentos con bloqueo se seguridad, pero la realidad es que, muy probablemente, el coche de Xiaomi tendrá éxito en tanto sea sencillo de usar y aún más sencillo de integrar con nuestras rutinas.
Pensemos por un momento en el éxito móvil de Xiaomi, Redmi o POCO para comparar: todos son móviles Android muy abiertos y fáciles de personalizar. Tanto si la marca apuesta por un software propio —algo lógico en términos de seguridad— como si abre de par en par la conectividad con otros equipos —móviles de Apple, por ejemplo—, una buena integración será clave para capitalizar el éxito. No pedimos tanto.