Si ayer hablábamos de una lluvia de millones ingresados en las arcas de la compañía, hoy nos fijamos en el destino de algunos de esos ingresos históricos.
Y es que durante las últimas semanas Xiaomi ha invertido, como quien no quiere la cosa y sin hacer apenas ruido, en dos pesos pesados de lo suyo: Aibee, una "total AI solutions", es decir, una tecnológica enfocada en soluciones de IA inteligente y digitalización; y en Hutt, nada que ver con aquel bicho feo de Star Wars, sino en un fabricante de robots de limpieza.
Dos empresas, un mismo ecosistema
En los últimos meses hemos visto cómo Xiaomi invertía una fortuna en la producción de baterías híbridas, tecnología UWB y en la investigación para el desarrollo de sus propios chipsets IoT. Por supuesto, esto es solo la punta del iceberg. La nueva gran inversión de Xiaomi se centra en Aibee y Hutt, el fabricante de robots limpiacristales.
Y no "limpiacristales" cualquiera: fundada también en 2018, Hutt facturó varios cientos de millones en 2021. El 65% de su producción corresponde a mercados extranjeros, donde lidera en varios países con su Hutt W66. Sus productos no distan tanto de los últimos robots aspiradores de Xiaomi, destacando por sus productos ligeros capaces de realizar limpieza en húmedo mediante mopa.
Si rastreamos la actividad fiscal de la primera, en 2018 Aibee se hizo con una ronda de financiación de 165 millones de yuanes. El business angel de aquel entonces fue China Growth Capital, el mismo inversionista de capital de riesgo inicial que apostó por Xiaomi diez años atrás
Esta vez es invierten los roles y es Xiaomi quien lidera la nueva ronda de inversión de una de las empresas conectoras entre nuestro mundo analógico y digital, realizando análisis de big data y procesamiento inteligente en general para integrar comercios offline en sistemas de administración online.Y un dato importante: ha sido la propia Aibee la responsable de anunciar la alianza, con el fin de posicionarse como la startup líder de su sector.
Por su parte, Hutt ha completado su ronda A, lo que se conoce en la jerga como capital semilla para sentar sus bases como fabricante, y Xiaomi y Shunwei Capital han sido las dos empresas que han liderado dicha ronda.
Los fondos, según ha trascendido, serán invertido en el marketing y expansión del equipo responsable de la fabricación y producción de componentes electrónico, además de un incremento en la contratación y crecimiento en el departamento de I+D.
Los robots del futuro
¿Y qué puede estar detrás de estas dos inversiones? Múltiples causas. La dirección principal es la apuesta de Xiaomi por seguir integrando y fortaleciendo su ecosistema inteligente: la compañía lleva una década desarrollando el todo-conectado y todo-inteligente más allá del pequeño electrodoméstico y la cocina.
Pero tras los robots aspiradores se esconde un segundo robots, un cuadrúpedo muy inteligente, esa "innovación del millón de dólares" que sorprendió a propios y extraños cuando fue presentada y que aún hoy sigue despertando pasiones tecnológicas: el cyberdog no tardará en tener descendencia y la nueva iteración será aún más capaz, eso es seguro.
En su día lo tildamos de locura pero no puede ser una idea más cuerda: la mascota del futuro integra los mayores avances de la empresa en materia de mapeo y reconocimiento del territorio, gracias a los algoritmos de deep learning que integra su pequeño cerebrito mecánico.