Ha tenido que venir un cocinero profesional a descubrirme un nuevo uso para mi freidora de aire que no se me habría ocurrido en la vida

No cabe duda de que las freidoras de aire están de moda desde hace años, y raro es quien no tiene una en su casa, o quien no se ha planteado comprarla. Es lógico, teniendo en cuenta que hablamos de un horno de convección que borra del todo (casi del todo) el aceite de la ecuación: freír. Algo que ayuda a que comamos de una forma más saludable, y que además despierta la creatividad.

En mi caso particular, tengo una freidora de aire en casa desde hace años. Comencé con el modelo más básico de Xiaomi, la Mi Smart Air Fryer de 3,5 litros, y actualmente tengo el modelo de 6 litros y medio. Y como muchas personas, durante mucho tiempo lo usé para hacer patatas fritas, salchichas y alguna que otra cosa más. Usos básicos, como hacemos todos. Pero ha venido un cocinero profesional a descubrir que puedo hacer algo con la freidora de aire que nunca habría imaginado. Puedo fermentar.

Con la Air Fryer puedes fermentar. No es broma

Sí, la freidora de aire, en su más pura esencia, es un horno de convección. Se encarga de calentar aire y hacer que circule por cada centímetro cúbico de su cajón. Por eso se “fríen” las alitas de pollo, las patatas o se descongela el pan. Así que estamos ante un horno, y hace cosas de horno. Pero jamás se me había ocurrido que podría usar la freidora de aire para hacer fermentaciones. Para trabajar la masa madre que uso para hacer pan, por ejemplo.

El cajón de mi freidora de aire puede convertirse en un cajón de fermentación. Algunos modelos más nuevos tienen ya modos de uso pre-programados, es el caso de la freidora de aire que tengo yo en casa, la Air Fryer de 6,5 litros de Xiaomi. En otros casos, toca averiguar qué tiempos y temperaturas hacen falta para lograr el mismo objetivo. Pero se puede, ya os digo yo que se puede.

Así que la próxima vez que vaya a hacer pan en casa, y que necesite echar mano de masa madre para no tener que ir a la panadería a comprar el pan que comen todos (y comer el que hago yo), seguramente no encienda el horno que vive debajo de mi vitrocerámica. Haré pan en la freidora de aire que, entre otras cosas, consume bastante menos energía y es infinitamente más fácil de limpiar que mi horno. Se trata de una función que no conocía y que ahora sí. Cada día estoy más contento de haber comprado una.

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