Hace años le regalé a mis padres una Mi Band para hacer sus 10.000 pasos diarios. La ciencia dice que no hace falta hacer tantos

Desde hace varios años se viene escuchando que hacer 10.000 pasos al día es la cifra idónea para poder mantener nuestra salud física en perfecto estado y reducir en gran medida los riesgos ante una posible enfermedad cardiovascular. Esto, según indican numerosos expertos, es una verdad irrefutable, pero igual de cierto es que no necesitamos tantos pasos para conseguir un resultado similar.

Personalmente, yo era fiel creyente de que todas las personas de mi familia necesitaban cumplir con esta especie de reto diario para conseguir que su salud estuviese en el mejor estado posible. Por ello, les compré una Xiaomi Smart Band a mis padres y empezaron a cumplir a rajatabla estas cifras pero, por desgracia, con el paso de los meses esa "obsesión" se ha ido diluyendo hasta alcanzar cifras mucho más normales (algo que también está genial).

No necesitas 10.000 pasos al día para que tu salud esté impoluta

No sé si a alguno de vosotros os ha pasado, pero a mí sí que me ha ocurrido que al regalarle a mis padres este pequeño dispositivo el hecho de tener que cumplir con ese reto se convirtió en prácticamente una "enfermedad". No han sido pocos los días que casi a la hora de cenar he tenido que salir a la calle para que cumpliesen con su objetivo, una idea que en principio era maravillosa pero que con el tiempo se ha ido disolviendo poco a poco.

Debemos ser honestos con nosotros mismos y ver que la cifra de 10.000 pasos al día no es factible para muchas personas, pero eso no quiere decir que nuestra salud vaya a empeorar. De hecho, un equipo de la Universidad de Buffalo acaba de publicar un estudio en JAMA Cardiology en el que hacen seguimiento a 6.000 mujeres mayores de 63 años durante siete años, y los resultados han sido cuanto menos sorprendentes.

El estudio revela que aquellas mujeres que hacían unos 70 minutos diarios de actividad con poca intensidad reducían su riesgo de enfermedad cardiovascular hasta un 12%, mientras que las que sólo realizaban 30 minutos eran capaz de reducir ese riesgo a un 16%. Esto, traducido a pasos, quiere decir que con apenas 4.000 pasos ya estamos aportando mucho valor a nuestro cuerpo a largo plazo, así que no debemos obsesionarnos con cifras que no podemos alcanzar.

Obviamente, cuanto más pasos hagamos al día (dentro de una cifra razonable) mucho mejor, pero si no podemos cumplir con los 10.000 pasos que tenemos en la cabeza no pasa absolutamente nada. La mejor recomendación es que unamos esa actividad de poco impacto con deporte de fuerza para poder fortalecer nuestra musculatura a largo plazo ya que, de esta forma, vamos a tener un impacto mucho mayor.

En definitiva, la mejor conclusión que podemos extraer de todo esto es que no hay que obsesionarse con cumplir objetivos poco realistas. Lo más interesante siempre será adaptar nuestra actividad física diaria a la capacidad de tiempo de la que disponemos, ya sea para salir a caminar o para hacer entrenamiento de fuerza en un gimnasio, eso que no falte.

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